Des de Canada a Barcelona y luego hasta Mallorca llegaron Rochelle & Jordi para celebrar junto su familia y amigos una boda cargada de emociones a flor de piel. Su historia siempre ha estado marcada por la distancia y por ello, no les asustaba preparar una boda de destino con miles de quilometros de por medio. A la pareja le apetecía una boda romántica y pausada que les diera la oportunidad de compartir largas charlas con su gente. Cada detalle y cada momento encontraron el marco perfecto en el mágico y pintoresco pueblo de Deià.
La buena gastronomía y la buena ginebra fueron un must. Lo segundo, gracias a la ginebra que el propio novio importa alrededor del mundo y que en un día tan especial no podía faltar. La buena comida, vino de la mano del gran chef Guillermo Méndez y su equipo. Nosotras como siempre, diseñamos de principio a fin toda la puesta en escena y detalles optando por una paleta de colores suaves y elegantes.
Photography: Chris & Ruth
